sábado, 16 de enero de 2010

LA MADRIGUERA - Abdón Ubidia



Título: La madriguera


Autor: Abdón Ubidia (Quito, Pichincha, 1944)


Año de publicación: 2004


Edición: Editorial El Conejo, 2009


Páginas: 346, 17 capítulos

Bruno es un pintor de cincuenta años que se pregunta por el sentido de su vida, de sus amores y de su arte. AleXandra es una dama que intenta llenar con pasión el vacío de su existencia. La ciudad es un espacio que ya no cree en utopías y que ha dado paso a una modernización sin alma. En el país, la pus de la corrupción se desborda. Bajo este marco, esta novela, que pronto habrá de convertirse en un texto memorable de nuestra literatura, desarrolla una historia de amor y otra de estafa financiera y chantaje que mantendrá en vilo a sus lectores.



La Madriguera es un novela de escritura lúcida que convierte en materia de la ficción los debates culturales del mundo contemporáneo; un texto que atrapa al lector inteligente por la sobriedad de su narración; una escritura que domina el arte de contar una historia.


Al mismo tiempo, La Madriguera, de Abdón Ubidia, es una novela que indaga profundamente en las contradicciones existenciales del ser humano que, heredero de los ideales del pensamiento moderno, se ve enfrentado al cinismo doloroso de la posmodernidad.


Raúl Vallejo


Hoy, por primera vez desde que abrí este blog, voy a repetir con un autor. El elegido no podía ser otro que Abdón Ubidia, de quien ya comenté la novela “Sueño de lobos” en el primer artículo que publiqué en esta página.

Quiero revelar aquí una costumbre personal que tengo. Todos los años los tengo que comenzar leyendo una buena novela. Considero que según la satisfacción que obtenga de esa primera lectura así será de bueno el año. Sé que es una tontería (como lo son todas las tradiciones), pero cuando uno está necesitado de fortuna cualquuier rito es válido. A lo que iba. Por si esta costumbre funciona prefiero no pillarme los dedos e ir sobre seguro, de manera que elijo muy bien la obra que me encontrará leyendo el nuevo año. Donde otras veces han estado Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa o Jorge Luis Borges, hoy está Abdón Ubidia. 2010 será un gran año.
Nos encontramos en Quito a finales del siglo XX. El volcán Pichincha está escupiendo bocanadas de ceniza sobre la capital, el gobierno de Jamil Mahuad se tambalea, el país se encuentra sumido en una crisis financiera que terminó de arruinar a las clases medias y bajas, empujando a cientos de miles de ecuatorianos a hacer cola en las embajadas para conseguir un visado de escape…
Con este telón de fondo se nos cuenta la historia de Bruno, un pintor que alcanzó cierto reconocimiento en los ochenta pero que se encuentra hastiado, artística, sentimental y vitalmente. El protagonista toma la determinación de colgar los pinceles y encauzar su vida. Pretende organizar una fundación en su ático (la Madriguera) que aglutine a otros artistas plásticos de la ciudad. Su plan fracasa y el artista opta entonces por el Mal. Con la ayuda de su amigo Bernardo, falsificador de cuadros, pretende chantajear a su hermano mellizo, uno de los empresarios más influyentes del país y con el que no mantiene ninguna relación desde su juventud.
Lo primero que conviene aclarar es que, a pesar de lo que se pueda desprender de este resumen o del texto de la solapa, este título no es un thriller. La trama del chantaje al mellizo puede contener cierto suspense, pero este se diluye pronto. Desde luego no ha sido ese el camino que ha querido tomar el autor. Lo que yo entiendo (yo, que no he vivido en ese lugar ni en ese tiempo; yo, que no conozco la realidad ecuatoriana si no desde fuera) es que “La Madriguera” es una reflexión sobre la ciudad, sobre aquello en lo que se ha convertido. Es, de alguna manera, un manual de instrucciones para entender a Quito en los albores del siglo XXI. La decisión del protagonista, cuando después de años de integridad, deja de ser artista para convertirse en mercader, traicionando todos sus ideales, es la deicisión de una sociedad entera, de una ciudad pintoresca y conventual que, de la noche a la mañana (gracias a la intercesión del santo petróleo) vende su alma y se convierte en algo para lo que no estaba preparada.
En la contraportada de esta edición aparecen fragmentos de diversas críticas. En casi todas ellas se hace un elogio de la reflexión sobre la opción del Mal que Ubidia hace en esta obra. Me adhiero a ellas, pero mi adhesión es condicional. Es cierto que en “La Madriguera” se analiza esa opción por el Mal (el mismo autor lo repito continuamente en la segunda parte de la novela), pero es un Mal mediocre, patán. Es todo el Mal al que tiene acceso un hombre que no está entrenado para ello.. Ni el protagonista era un santo en los primeros capítulos ni un diablo en los últimos (afortunadamente, porque perdería credibilidad). Considero mucho más correcto decir que el tema de la obra es la Culpa. La Culpa que sienten los protagonistas, los antagonistas, los ricos y los pobres, la Culpa del Norte y la del Sur, la Culpa vieja´la heredada de la colonia y más allá; y la Culpa nueva, la que viene del Oriente empaquetada en barriles. En esta ciudad todos son culpables y todos son expertos en esconder sus culpas.
Que la narrativa de Abdón Ubidia es prodigiosa es algo que sabrán todos los que le hayan leído antes. Sabe manejar los tiempos y sus recursos. No puedo dejar de mencionar ese espectacular flashback del último capítulo, donde se permite revelar los secretos de la estructura interna de la novela, como su carácter dual, por si se nos había pasado por alto.
Quizás se pueda echar en falta carisma en sus personajes, que no me parecen tan definidos como en “Sueño de lobos” (en “La Madriguera” los personajes me resultan demasiado reales, demasiado inspirados en modelos del entrono del autor, siendo ese uno de sus juegos). Pero esta falta queda compensada por lo bien que se ha trabajado esa historia de amor y humillación entre el protagonista y AleXandra.
Sólo espero que para todos este 2010 sea también un año de sobresaliente.


Puntuación: 94/100

Posdata. Dentro de dos semanas me saldré del esquema y aparcaré la novela por el ensayo. Presentaré entonces “Las Catilinarias”, de Juan Montalvo.

4 comentarios:

  1. Estoy por comenzar a leerlo; tengo buenas referencias del libro y no dudo de su excelencia, tomando en cuenta que pertenece al gran Ubidia.

    Xavier Díaz

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  2. Hola, Xavier.
    Si me pides consejo, léelo, que merece la pena. Todavía no he leído nada de Abdón Ubidia que no merezca la pena.
    Muchas gracias por comentar. Un abrazo.

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  3. Me gusto la novela, el que sea ambientada en Quito y en época casi actual te lleva a vivir los momentos que paso Bruno como si estuvieras presente

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  4. no se si me puedas ayudar con los recursos literarios que Ubidia utiliza en su obra...

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