lunes, 23 de enero de 2012

MEMORIAS DE LA PIVIHUARMI CUXIRIMAY OCLLO - Alicia Yánez Cossío


Título: Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Ocllo

Autor: Alicia Yánez Cossío (Quito, Pichincha, 1928)

Año de publicación: 2008

Edición: Manthra Editores, segunda edición, diciembre 2008

Páginas: 237

Con peculiar magia, Alicia Yánez Cossío recrea un ángulo perdido y rescatado de nuestra historia patria.
Prosa limpia y amena, investigación prolija del pasado, coraje y ternura, son suficientes aspectos como para insertarnos en un sistema de vida fascinante e inaudito, donde el poder conquistado con sangre y fiereza no siempre es sinónimo de victoria. Y el imperio incásico es la confirmación de ello.
Con esta nueva obra, Alicia Yánez ratifica su esplendidez narrativa.
Violeta Luna – Escritora

“Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Ocllo” es la cuarta novela histórica que brota de la pluma de Alicia Yánez y narra la vida de la hija de Huayna Capac, padre también de Atahualpa, que por tradición tenía que casarse con su hermano. Realizada la conquista que se salda con el asesinato de Atahualpa en manos del conquistador Francisco Pizarro, Cuxirimay Ocllo es codiciada por el asesino de su marido y se convierte en su esposa. Pero este no es el fin de la historia. Cuando a Pizarro le llega la muerte como consecuencia de la guerra civil entre Almagros y Pizarros, Cuxirimay Ocllo se casa con Juan de Betanzos, quien deja escrita para la posteridad lo que su esposa le relata de los increíbles acontecimientos de la conquista del Perú. Alicia Yánez rescata la historia de Betanzos y la convierte en una narración ágil y llena del colorido andino con la que resalta la personalidad de Cuxirimay Ocllo, a quien le tocó vivir uno de los momentos más extraordinarios de la historia de América.
Francesca Piana – Historiadora


Alicia Yánez Cossío, novelista de reconocido prestigio, ha dado a la literatura ecuatoriana numerosas novelas y ha logrado que cada una de ellas se convierta en un hito importante en su carrera de escritora.
“Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Ocllo” se remonta a la época del imperio de los incas y se inicia cuando Huayna Capac celebra el nacimiento de una niña, concebida en Tocto Ocllo, y que estaría destinada a ser la pivihuarmi o esposa principal de un inca notable, en este caso, de su hermano Atahualpa.
Alicia Yánez recrea esta historia que es parte de la novela de la patria, valiéndose de narraciones que figuran en antiguos relatos y manuscritos que fecunda con la semilla de su imaginación, para reproducirlas en la rica y transparente prosa de su novela.
Claudio Mena Villamar – Miembro de la Acadermia Ecuatoriana de la Lengua


A la escritora quiteña Alicia Yánez Cossío le sobran las virtudes, entre ellas hay dos básicas: con sus novelas históricas reinagura un género en el país y nos pone a la altura de la modernidad europea.
En esta nueva novela llega una mujer indígena muy poco conocida para los ecuatorianos. Y llega para acercarnos en imagen y en sustancia a nuestros propios orígenes y al inicio del drama del mestizaje. Qué gran favor le debemos a Alicia.
Fernando Jurado Noboa - Historiador


Antes de comenzar el comentario de hoy debo explicar lo que está ocurriendo y lo que va a ocurrir con la Biblioteca de Autores Ecuatorianos. Es cierto que hace ya mucho que no la actualizo por problemas técnicos. No es sólo que escanear un libro me toma bastante tiempo, tiempo del que actualmente no dispongo. Además mi escáner no funciona demasiado bien y tendré que cambiar de equipo. Pero estos problemas ya los había mencionado con anterioridad. El problema actual está relacionado con los libros que ya estaban disponibles para la descarga, y ese problema se llama Megaupload.
Como ya sabrán, la semana pasada el FBI clausuró esta página de almacenamiento, página en la que estaban colgados todos los ejemplares de la Biblioteca.
De momento no puedo hacer nada pero, cuando regresa a España, buscaré los originales (si es que los encuentro) y los colgaré en algún otro directorio. Por ello, lamentablemente, esta Biblioteca de Autores Ecuatorianos queda en una inevitable pausa.
Ahora sí, puedo empezar el comentario de “Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Ocllo”, de Alicia Yánez Cossío.
Esta es la segunda novela que comento de la autora quiteña y de nuevo se trata de una novela histórica. Si en “Sé que vienen a matarme” relataba la vida y la muerte del presidente Gabriel García Moreno, en la que hoy nos ocupa se centra en el personaje de Cuxirimay Ocllo, la que fue hermana y esposa del Inca Atahualpa, luego del conquistador Francisco Pizarro y, por último, del historiador Juan de Betanzos, quien escribió su famosa obra “La Suma y Narración de los incas” gracias a las historias que ella le contó.
En esta novela me ha pasado una cosa que no me ocurre con frecuencia. Al leer su resumen (tal y como aparece en los textos de la contraportada) se me generaron unas expectativas que no se han cumplido. Hace unos años leí la novela “Malinche”, de la escritora mexicana XXX. En ella la protagonista es la Malinche, una mujer perteneciente a la nobleza azteca que se alió con los conquistadores españoles, como intérprete y amante de Hernán Cortés, en el ocaso del imperio de Moctezuma II. Disfruté mucho la lectura de aquel libro, pues recreaba con minuciosidad aquellos hechos, justificando los actos de cada uno de los personajes.
Pensé que estas “Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Ocllo” sería el equivalente con el Tahuantinsuyu, y no lo es.
En la mayor parte de este libro, digamos las tres cuartas partes, Cuxirimay no participa como protagonista, siendo una mera oyente de la historia. Nos encontramos con varios maestros que narran el pasado de los incas a la niña Cuxirimay. Primero su aya, la mitima Ninacuri, luego el shamán Kochu y, por último, su propia madre Tocto Ocllo, le cuentan las vidas de sus antecesores, sobre todo de los últimos Incas, Pachacutec, Tupac Yupanqui y su padre, Huayna Capac.
Estas historias están bien narradas pero no es nada que no hubiera leído antes en “El camino del Sol” de Jorge Carrera Andrade o “Atahualpa”, de Manuel Benjamín Carrión (sí varían ciertos acontecimientos, como los referidos al origen de Atahualpa, lo cual es normal existiendo tantas fuentes discrepantes).
Después las historias de los incas alcanzan el momento de la narración y Cuxirimay pasa a un discreto segundo plano. La autora cuenta la guerra entre Atahualpa y Huáscar y el desastre de Cajamarca casi como una historiadora y no es hasta el final, pero justo el final, cuando Cuxirimay regresa a contar la historia de su pueblo a Juan de Betanzos.
Podríamos decir que se trata de un libro de historia camuflado como novela, pero no sería justo.
La verdad es que, a pesar de que no era lo que esperaba, no he quedado decepcionado. La narración se mantiene fresca y ágil gracias a un eficiente uso de los diálogos. Cuxirimay interrumpe a sus maestros con preguntas, réplicas y reflexiones. La niña se siente atraída y espantada por los hechos de sus antepasados. Quizás se podría criticar que la mentalidad de muchos de los personajes no es propia de su época, siendo más del siglo XXI, pero supongo que es necesario para conseguir la empatía del lector. En definitiva, una novela interesante que da a conocer de manera muy amena unos momentos decisivos en la historia de América, el temido Pachakuti, el fin de los tiempos. 
Puntuación: 88/100

sábado, 14 de enero de 2012

DOCE RELATOS / LOS SANGURIMAS



Título: Doce relatos. Los Sangurimas


Autor: José de la Cuadra y Vargas (Guayaquil, Guayas, 1903; Guayaquil, Guayas, 1941)

Año de publicación: 1934 (novela)

Edición: Libresa, colección Antares, segunda edición, tercera reimpresión, marzo 2009

Páginas: 285, 12 cuentos y 1 novela

Los Doce relatos contenidos en este volumen evidencian la calidad literaria que hace que De la Cuadra sea considerado el gran maestro de los escritores del llamado «Grupo de Guayaquil»: su realismo, sin abandonar el tratamiento de temas campesinos característico de su generación, incorpora elementos urbanos que le dan un tinte distintivo.
La novela corta Los Sangurimas es reconocida como precursora del realismo mágico. Su estructura responde a la del matapalo, el árbol montuvio: Nicasio Sangurima es el robusto tronco del cual se desprenden ramas, vigorosas todas, pero muy diferentes entre sí: comerciante es un hijo, sacerdote otro, abogado uno más, coronel el predilecto. Pactos con el diablo, crímenes inconfesables, amancebamientos, amores trágicos, la mágica cotidianidad montuvia, constituyen el transfondo de esta gran obra, una de las más importantes de la narrativa ecuatoriana de todos los tiempos.

Al fin, con cierto retraso respecto a lo anunciado, publico una nueva entrada del blog.
Además, esta es una entrada muy especial. Primero, porque trata sobre una novela a la que tenía muchas ganas, “Los Sangurimas”, de José de la Cuadra, una obra que sienta un precedente de lo que se llamaría después Realismo Mágico, el ¿género?, ¿corriente literaria? que ha dado más gloria a la literatura en español del siglo XX (por lo menos ha dado la que para mí es la novela perfecta, “Cien Años de Soledad” de Gabriel García Márquez; ya no sé cuántas veces la habré leído). Y, segundo, porque escribo (y publico) estas líneas desde Quito, en el que es mi tercer viaje a las bellísimas tierras del Ecuador. Por supuesto estoy aprovechando el viaje para conocer aún mejor el país y para renovar mi biblioteca, por lo que espero que pueda actualizar el blog con más frecuencia en lo sucesivo.
Centrándonos en la obra que voy a comentar, la novela, al menos en la edición que he tenido el gusto de leer, viene acompañada por una selección de doce relatos publicados por el autor en diferentes libros. En concreto aparecen los siguientes:
De “Repisas”: El fin de la “Teresita” y Chumbote.
De “Horno”: Barraquera, Cólimes Jótel, Chichería, Olor de cacao, Banda de pueblo, Ayoras falsos y La Tigra.
De “Guásinton”: Guásinton y El santo nuevo.
Sin publicar: Galleros.
En la mayor parte de estos cuentos el autor se centra en el mundo del montuvio ecuatoriano, aquel habitante de las provincias de la costa que viven de espaldas al mar, trabajando y viviendo de lo que da la tierra (y pido perdón por esta definición tan imprecisa y, acaso, incorrecta).
Todos estos cuentos están escritos con corazón. José de la Cuadra conoce al personaje y sus vicisitudes, por lo que es capaz de recrear el habla característica y el ambiente de forma excepcional. Con una gran economía del lenguaje (no se pierde en descripciones detalladas) consigue incorporar al lector al relato de un modo muy natural.
Sin embargo a mí no han conseguido entusiasmarme. Y el problema es mío, eso lo tengo claro.
Cuando yo pienso en cuentos, pienso en Borges, en Cortázar, en Monterroso,… De un relato espero que el autor me engañe, que me muestre una historia completa a pesar de su brevedad, con principio y final, que juegue con la realidad y con mi inteligencia. Por todo ello tengo un problema con los relatos costumbristas. No me basta con conocer retazos de la vida de algún personaje, por muy bien que esté construido; quiero que se le presenten situaciones que lo pongan a prueba, a él y a mí como lector, y eso no lo encuentro aquí.
Otra cosa muy diferente es la novela.
“Los Sangurimas” es una novela corta centrada en una familia de hacendados montuvios, la familia Sangurima.
La estructura de la novela puede ser similar a la de una colección de relatos cortos, ligados por una historia común. En fragmentos dispares en cuanto a la longitud, nunca demasiado largos, se narra la vida de los componentes de esta familia, desde que se levanta la hacienda “La Hondura”, hasta el acontecimiento que provoca su final.
“Los Sangurimas” me ha parecido una novela excelente que ha conseguido absorberme por completo. Tal vez sea porque el autor ha conseguido salpicar su narración con momentos extraordinarios (pactos con el diablo incluidos), además de por la creación de un personaje maravilloso, el patriarca don Nicasio Sangurima.
Este es el personaje central de la novela, el que levanta y mantiene la hacienda y el que, por su posición, desencadena su perdición. Es personaje muy rico en matices, que consigue despertar simultáneamente la empatía y la repugnancia del lector. Cada frase que pronuncia es una sentencia, pero no por eso cae en el estereotipo.
Para finalizar, aunque he disfrutado con algunos de los relatos seleccionados (me quedo con “La Tigra”, “Guásinton” y “El santo nuevo”) creo que la nota será más objetiva si puntúo sólo la novela.

Puntuación: 87/100

Posdata. Aunque tengo bastante claro cuál va a ser la próxima obra que comente he decidido no adelantarme, por lo que pudiera pasar. Sí voy a aprovechar para hacer un llamamiento a mis lectores ecuatorianos. Estoy buscando algo (una novela, un cuento, un ensayo, una biografía,...) que esté centrado en la figura de Rumiñahui. Hasta ahora mi búsqueda ha sido infructuosa. Por ello, si alguien me puede recomendar un título se lo agradecería mucho.